Los habitantes de Nueva York y de Washington empezarán a recibir a finales de año en el teléfono móvil señales de alerta antiterrorista o avisos de graves amenazas para su seguridad. Estas alertas les llegarán en forma de mensajes de texto de 90 caracteres como máximo, y podrán servir para prevenir de un atentado o de un tornado, para ordenar a los ciudadanos que desalojen una determinada zona o para mandarles avisos del presidente de Estados Unidos.
Aunque el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, afirma que se podrán desactivar todas las alertas excepto los avisos del presidente, fuentes del principal operador telefónico involucrado en la operación afirman que la única manera de desconectar será apagar el móvil.
«Ojalá no tengamos que usar estas alertas nunca», ha afirmado dramáticamente Ray Kelly, jefe de la policía de Nueva York y uno de los posibles aspirantes a dirigir el FBI a partir del mes de septiembre.
Muy elocuentemente las autoridades neoyorquinas eligieron la Zona Cero para lanzar el anuncio de las nuevas alertas, que se estrenarán en las dos primeras ciudades del país y que a partir de abril de 2012 está previsto ir generalizando. Ya nadie cree que mandar alertas a través de la radio y la televisión, como se venía haciendo hasta ahora, sea suficiente.
Los avisos llegarán a la gente a través de la red de telefonía móvil normal y tendrán prioridad sobre los SMS privados. Recibirán la señal todos los neoyorquinos que estén en Nueva York y todos los washingtonianos que estén en Washington, pero no aquellos que en ese momento se encuentren fuera de su ciudad. En cambio sí las recibirán los visitantes ocasionales. Lo cual lleva en línea recta a uno de los corolarios más espinosos del asunto: que en la práctica las autoridades tendrán localizado y controlado a cualquiera que se pasee con un móvil encendido.
Los respectivos Ayuntamientos y jefes de policía prometen que no se usará esta tecnología para rastrear a nadie, y seguramente no es la idea, pero a nadie se le escapa que siempre existe la posibilidad. Los usuarios de las compañías directamente involucradas en el plan (que además se llama PLAN por las siglas en inglés de Red de Alerta Personal Localizada) estarán alertados automáticamente. Los usuarios de otras compañías tendrán que solicitarlo, es decir, enfrentarse a un dilema cada vez más frecuente: ¿seguridad o privacidad?
En el caso de Nueva York, hablamos de la ciudad que ha sufrido el atentado terrorista más pavoroso de toda la historia de Estados Unidos, pero también de una ciudad donde los taxistas fueron a la huelga para negarse a llevar GPS en el coche, es decir, a estar localizados.
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